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Consulta tanatológica, Conferencias, Talleres, Cursos. Construir un puente hacia las personas y familiares que están pasando una situación tan traumática y desconocida como es la muerte, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas. Ayudarte a entender y reflexionar acerca de tu verdadera esencia o realidad como ser humano al descubrir o reforzar los valores internos de la persona en la búsqueda de significado para vivir en plenitud.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Lo que la muerte enseña a la vida

Nadie  tiene experiencia previa en morir, sin embargo es algo que se tiene que hacer. Ya sea mal o bien, de manera resuelta o cobarde, valientemente o no, pero lo haremos.
Alguna vez te han llamado al lecho de muerte de tu ser querido y no sabes qué decir? Cualquier cosa que viene a tu mente suena insuficiente, vacía y absurda.
Tal vez, al final no importa lo que digas, sino que tu mano este junto a la de tu ser querido, que la luz de tus ojos se encuentren con la de sus ojos  y la calidez de tu voz se una a su respiración cuando exhale el último respiro.
<<Se amaban profundamente el uno al otro y planeaban casarse cuando Joy descubrió que estaba terminalmente enferma de cáncer. En una pausa de la enfermedad, contrajeron matrimonio, aunque la salud de ella comenzó otra vez a deteriorarse. Ella sabía que se estaba muriendo. Solamente el amor del uno por el otro la sostuvo y le dio la fuerza y voluntad para seguir luchando contra el cáncer. Arrasada por el padecimiento, Joy le dice a Lewis: "Debes dejarme ir. Tienes que darme permiso de morir. Yo no puedo dejarte, no quiero dejarte, a menos que me digas que está bien que yo me vaya".
Fue el momento más difícil para Lewis de su vida. Pero en su amor por ella, él encontró el valor para decir la única cosa que una persona puede decirle a alguien que está muriendo, una persona cuya muerte es inevitable. Él le dijo: "Te amo. Si no puedes resistir, si estás demasiado cansada, si estás muy lastimada, si sientes demasiado dolor, puedes dejarte ir. Yo estaré bien. Mi vida se verá inexorablemente disminuida, pero seguiré hasta que sea mi momento de unirme a ti".>>

Lo único que puedes hacer por un ser amado en el límite de su vida es extender una mano, ofrecer un beso, compartir un suspiro y decir algo que dé permiso a tu ser amado  para liberarse.
En realidad nadie muere solo, porque Dios está ahí.
Consulta tanatológica 998 260 15 61


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