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Consulta tanatológica, Conferencias, Talleres, Cursos. Construir un puente hacia las personas y familiares que están pasando una situación tan traumática y desconocida como es la muerte, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas. Ayudarte a entender y reflexionar acerca de tu verdadera esencia o realidad como ser humano al descubrir o reforzar los valores internos de la persona en la búsqueda de significado para vivir en plenitud.

martes, 16 de diciembre de 2014

Envejecer

                                                      ORACIÓN DE UN MONJ@
                                                                 (siglo XVII)
Señor:

Tú, mejor que yo mismå, sabes que me estoy volviendo viej@ y que un día seré ancian@. Guárdame del feo hábito de sentirme obligad@ a opinar acerca de cualquier tema y en cualquier momento. Líbrame de caer en la tentación de meter al orden los asuntos ajenos.

Hazme reflexiv@, pero no taciturn@; comedid@, pero no mandon@. Dueñ@ como soy de tanta sabiduría acumulada, me parece una lástima no hacer uso de ella, pero… Tú sabes Señor que quiero guardar alguna hasta el fin.

Guárdame de recitar interminables detalles, dame la virtud de ir directamente al grano; sella mis labios ante el aumento de mis dolores y achaques, y, sobretodo, que al regodearme en ellos, se vuelva más y más placentero con el paso de los años.

No pretendo alcanzar la Gracia de disfrutar la crónica de los dolores que otros padecen, pero ayúdame a soportarla con paciencia.

No me atrevo a pedirte que mejores mi memoria, pero sí una creciente humildad y menor tozudez cuando mis recuerdos choquen con los recuerdos de los demás.

Enséñame la gloriosa lección de que, a veces, puedo estar equivocad@.

Guárdame razonablemente gentil. No quiero ser un@ Sant@ (es difícil convivir con algun@s de ell@s), pero una viej@ amargad@ es uno de los más acabados triunfos del demonio.

Dame la habilidad de hallar las cosas buenas y el talento que existe en los seres humanos, en los lugares más insospechados e inesperados y, concédeme ¡Oh Señor!, la Gracia de hacérselos saber a otros.

Así Sea.



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