El propio conocimiento
es un proceso abierto, que no termina nunca, pues la vida es como una sinfonía
siempre incompleta, que se está haciendo continuamente, que siempre es
superable y exige por tanto una atención constante.
El conocimiento propio es puerta de
la verdad. Cuando falta, no se puede ser sincero con uno mismo, por mucho que
se quiera. Querer ver qué es lo que nos sucede –y quererlo de verdad, con
sinceridad plena – es el punto decisivo. Si eso falla, podemos vivir como
envueltos por una niebla con la que quizá nuestra propia imaginación enmascara
las realidades que nos molestan.
Porque encontrar
escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil
del mundo. Siempre existen causas exteriores a las que culpar, y por eso hace
falta cierta valentía para aceptar que la culpa, o la responsabilidad, es quizá
nuestra, o al menos una buena parte de ella. Esa valentía personal es
imprescindible para avanzar con acierto en el camino de la verdad, aunque a
veces se trate de un recorrido que puede hacerse muy cuesta arriba.
No percibir con
ecuanimidad los propios sentimientos supone fácilmente quedar a su merced. Hay sentimientos que fluyen de forma casi inconsciente,
pero que no por eso dejan de ser importantes. Por ejemplo, una persona que ha
tenido un encuentro desagradable puede luego permanecer irritable durante
horas, sintiéndose molesto por el menor motivo y respondiendo de mala manera a
la menor insinuación. Esa persona puede ser muy poco consciente de su
susceptibilidad, e incluso sorprenderse –y molestarse de nuevo – si alguien se
lo hace notar, aunque a los demás resulta bien patente que se debe a esos
sentimientos que bullen en su interior como
consecuencia de aquel encuentro desagradable anterior.
Una buena parte de nuestra vida
emocional tarda en aflorar a la superficie. Hay sentimientos que no siempre
llegan a cruzar el umbral de la conciencia. Por eso reconocerlos nos permite
desplazar la frontera y ampliar el campo de los sentimientos plenamente
conscientes, y eso siempre supone un poderoso medio para mejorar.
Conferencia abierta a público en general
El Manejo de las Emociones
jueves 28 de agosto de 18:00 a 21:00 hrs
Sede: salones de Catedral. Av Puertos #32 entre Av Kabah y La Costa
Cuota de recuperación 200.00
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