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Consulta tanatológica, Conferencias, Talleres, Cursos. Construir un puente hacia las personas y familiares que están pasando una situación tan traumática y desconocida como es la muerte, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas. Ayudarte a entender y reflexionar acerca de tu verdadera esencia o realidad como ser humano al descubrir o reforzar los valores internos de la persona en la búsqueda de significado para vivir en plenitud.

lunes, 29 de septiembre de 2014

La muerte de un hijo

La #vida de un ser humano no debe ser medida por la cantidad de sus días en la tierra. Podría ser medida por la tarea realizada o por la huella que deja en aquellos que su vida toca. Una vida corta, una vida larga. ¿Cuál es la diferencia? Una vida llena de belleza.
La muerte de un hijo es una de las experiencias más dolorosas y traumáticas que puedan sufrir los padres en toda una vida. No hay nada que pueda disminuir el dolor que se siente en el momento de tal pérdida.
Es importante darse el espacio y el tiempo necesarios para tratar el dolor. Llorar la muerte de un hijo puede tardar más tiempo del que uno pueda pensar. Con frecuencia, la gente a tu alrededor puede sentirse incómoda por las intensas emociones y angustia que estés sufriendo. Ten paciencia contigo mismo porque lleva tiempo sentir un cierto alivio. No importa la edad, tu hijo sigue siendo parte de ti.

Habrá altibajos en el proceso. El primer año puede ser muy difícil, especialmente cuando los padres se hacen preguntas dolorosas y se atormentan a sí mismos. Probablemente no hay respuestas adecuadas a tus preguntas que puedan servir de consuelo. El sentimiento de culpa y enojo usualmente van acompañados con el sufrimiento. Trata de compartir y expresar estos sentimientos para liberarte de éstos. Hablar de tus emociones llevará a que te perdones tu y a otros a quienes hayas culpado de la pérdida.


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