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Consulta tanatológica, Conferencias, Talleres, Cursos. Construir un puente hacia las personas y familiares que están pasando una situación tan traumática y desconocida como es la muerte, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas. Ayudarte a entender y reflexionar acerca de tu verdadera esencia o realidad como ser humano al descubrir o reforzar los valores internos de la persona en la búsqueda de significado para vivir en plenitud.

viernes, 3 de octubre de 2014

¿Cómo manejas la adversidad?

"Una hija se quejaba con su padre, cocinero de profesión, acerca de su vida, y de lo difícil que le resultaba hacer ciertas cosas. No sabía qué hacer y quería darse por vencida. Estaba cansada de luchar y pelear. Parecía que un problema se resolvía y otro surgía. Su padre la llevó a la cocina. Llenó tres ollas con agua y colocó cada una a fuego alto. Pronto las ollas comenzaron a hervir. En una de las ollas puso zanahorias; en la otra, huevos; en la última, granos de café. Los dejó hervor sin decir una sola palabra. La hija se mordía los labios mientras esperaba impaciente y se preguntaba qué hacía su padre. Después de unos 20 minutos, él apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los metió en otro recipiente. Luego coló el café y lo puso en una taza.
Mirándola, le dijo:
-Querida, ¿qué ves?
-Zanahorias, huevos y café - respondió
Le pidió que se acercara y le dijo que tocara las zanahorias. Ella obedeció y se dio cuenta de que estaban suaves. Entonces, el hombre le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Después de pelar la cáscara, observó el huevo duro. Finalmente, le pidió que probara el café. Ella sonrió al sentir su rico aroma. La muchacha preguntó humildemente:
-Papá, ¿qué significa todo esto?
Él le explicó que cada uno de los elementos se había enfrentado a la misma adversidad: agua hirviendo. Sin embargo, cada uno reaccionó de manera diferente. La zanahoria entró fuerte y dura pero después de haber sido sometida al agua hirviendo, se suavizó y se hizó débil. El huevo había sido frágil y su delgada costra exterior protegió su líquido interior. Pero después de estar en el agua hirviendo, su interior se endureció. Sin embargo, los granos de café habían cambiado el agua, su sabor, su olor.
-¿Cuál eres tú? -le preguntó a su hija.
Cuando la adversidad toca a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? ¿Eres la zanahoria que parece dura, pero con dolor y adversidad se doblega y se vuelve suave, perdiendo su fuerza? ¿Eres como el huevo, con un corazón endurecido después de la prueba de la muerte? Tu cascarón parece el mismo, pero ¿tú eres amarga y dura, con engreído espíritu y corazón? ¿O eres como el grano del café? El grano cambia el agua caliente, lo que trae el dolor, y saca su sabor óptimo, cuando el agua hierve. Cuando el agua es más caliente, el café sabe mejor.
Si tú eres como el grano del café, cuando las cosas están en el peor momento, te haces mejor y haces mejores las cosas a tu alrededor."
                                                                       
                                                                                                            Marcelo Rittner




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