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Consulta tanatológica, Conferencias, Talleres, Cursos. Construir un puente hacia las personas y familiares que están pasando una situación tan traumática y desconocida como es la muerte, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas. Ayudarte a entender y reflexionar acerca de tu verdadera esencia o realidad como ser humano al descubrir o reforzar los valores internos de la persona en la búsqueda de significado para vivir en plenitud.

viernes, 31 de octubre de 2014

Comprensión de tu #dolor

La #pérdida de alguien por #muerte es una herida y, al igual que en el caso de una lesión, #enfermedad o herida física, debes darte tiempo para sanar. Es una herida en el alma que el tiempo por sí solo no te curará, pero te ayudará a recuperar tu entereza si es que te permites experimentar y sentir lo que sea necesario para liberar al fallecido y proseguir con tu propia vida.
El tiempo definido de luto es un año, pero depende de la cultura y religión. Con frecuencia, un año no es suficiente. En la pérdida de un cónyuge o un hijo, un plazo de dos años puede ser una expectativa más realista del tiempo que se requiere para la cicatrización y la recuperación. Si se permite que la elaboración del duelo siga su curso natural.

Es posible anticipar un marco característico de tiempo:
1.- Ruptura de los antiguos hábitos. Desde el día del fallecimiento hasta ocho semanas.
2.- Inicio de reconstrucción de la vida. De la octava semana hasta un año.
3.- Búsqueda de nuevos objetos de amor o amigos. A partir del primer año hasta dos años.
4.- Terminación del reajuste. Después de los primeros dos años.

Estos plazos no son rígidos, es una referencia estadística. Mucho depende, del grado de intimidad que hayas tenido con la persona que falleció. Si fué un hijo o tu cónyuge con quien vivías, la experiencia es mucho más profunda que si no hubieses vivido con la persona.

Otro factor que modifica el proceso de duelo es el conocimiento previo de la pérdida inminente. Si el fallecimiento estuvo precedido por una larga y grave enfermedad, y tuviste la oportunidad de empezar la elaboración del duelo antes de que ocurriese la muerte, podrás recorrer con más facilidad las etapas del duelo.

Cada uno de nosotros es un ser único, con una composición de influencias múltiples como es la carga genética, factores culturales, antecedentes familiares, experiencia personales; y la forma de enfrentar el duelo es única. La despedida lleva tiempo, pero sí volverás a la vida "normal", a una vida propia completa.
¡Recuerda que después de la tormenta, sale el sol!

Consulta tanatológica 998 260 15 61

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