Nuestro entendimiento de la #muerte
se modifica en el transcurso de la #vida y es un proceso intelectual que llega
a los niveles más profundos de la conciencia por medio de nuestro conocimiento interior,
creencias, experiencias y vocación.
En los sentimientos acerca de la
muerte intervienen emociones tales como el amor, odio, enojo, alegría y temor.
Nuestra vida está gobernada por el
intelecto y la emoción, pero éstos no necesariamente están en equilibrio. La
mayor parte del tiempo estamos pensando de manera racional y NO permitimos que
se exprese nuestro aspecto emocional, nuestros sentimientos se acumulan y
pueden causar una enfermedad física.
A muchos adultos
nos confunden nuestras emociones, las
tememos porque desde la infancia se nos enseña a no mostrarlas. Y a
controlarnos.
Las emociones no son buenas ni
malas, tan sólo son. Forman parte de todos nosotros.
El proceso
emocional en el dolor y el duelo es más prolongado y más difícil para las
personas que aprendieron a mantenerse a distancia de sus sentimientos. Nunca
es tarde para reconocer las emociones. Es muy gratificante reconsiderar las
actitudes y relacionarnos con nuestra parte emocional.
No niegues ni temas a tus emociones;
reconócelas y respétalas, son una parte importante de ti mismo. La aceptación
de nuestros sentimientos, al igual que de nuestro intelecto, nos ayuda a ser seres humanos
equilibrados.
Cuando tenemos un mayor conocimiento
de nosotros mismos, en la vejez, aceptamos a la muerte como la siguiente e
incompleta tarea de la vida.
Para muchos el temor a la muerte se
enfoca en la forma que ésta adoptará; la preocupación acerca del deterioro
físico y la apariencia, dolor, pánico y la idea de morir solo o en una
institución, pueden alterar sus pensamientos y retrasar la
aceptación de la muerte.
Consulta tanatológica 998 260 15 61
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