Hasta el siglo XX
el concepto de desarrollo a lo largo de la vida fue ignorado por la mayoría de
los científicos. Actualmente los psicólogos estudian con atención el desarrollo
de los adultos dividiendo la vida adulta en diversas etapas.
Dentro de la adultez
media y tardía se viven cambios físicos y psicológicos que afectan la vida del
ser humano, estos se ven reflejados en sus relaciones. Sin embargo la
comprensión y asimilación de estos retos, revelarán la madurez alcanzada y la
fortaleza adquirida, llevándolos a valorar e identificar, desde donde se han
venido relacionado.
La pareja como
cualquier sistema realiza una serie de transformaciones evolutivas que se
despliegan según la etapa de su ciclo de vida. En este proceso tardío, el ser
humano se ve confrontado con preguntas nuevas, los viejos modelos de
identificación se han mostrado frágiles, se imponen nuevas dudas y no todo
mundo es capaz de encontrar respuestas propias. Existe miedo e incertidumbre
que ya no se refieren a cuestiones laborales o materiales, si no a lo que va
más allá, es decir “Al sentido que tiene o ha tenido su vida” Es la época de
replanteamiento, de recoger los frutos cosechados y entender el amor que se ha
donado.
El verdadero reto esta
en que el ser humano se identifique desde su nueva y valiosa realidad, no
masificado como ese objeto desechable por un consumismo desmesurado, modificando
patrones nocivos y alcanzando un reencuentro con el mismo y con su pareja desde
el amor espiritual.
Nota elaborada por: Vannesa Mercado, lic en logoterapia
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